Con frecuencia mi madre me decía: «Marshall, cuanto más pronto aprendas que la vida es un noventa y cinco por ciento de miseria y solamente un cinco por ciento de felicidad, mejor te irá»
Con frecuencia mi madre me decía: «Marshall, cuanto más pronto aprendas que la vida es un noventa y cinco por ciento de miseria y solamente un cinco por ciento de felicidad, mejor te irá»