400 homicidios intencionados, de los cuales son catalogados 60 como violencia de género, 4000 suicidios y 1000 muertos en carretera son cifras bastante aproximadas a los datos que dará el INE del año 2016.
Además de ser una simple aproximación, también hay importantes matices como que algunos expertos criminalistas hablan en realidad de cerca de los 1000 asesinatos al año y que esos 4000 suicidios en realidad son más, dado que muchos casos, como los propios accidentes de tráfico, son suicidios enmascarados o simplemente no se puede saber con seguridad la causa.
Violencia de género
El número de víctimas por violencia de género se mantiene estable durante los últimos 10 años, con una variación de +-10, que al lado de las cifras de las otras muertes son valores despreciables, en cuanto a actuaciones necesarias.
La cobertura mediática de estos casos es absoluta, al punto de que cada uno de estos casos aparecen en todas las cadenas repetidamente en los noticieros, en programas sensacionalista y en documentales. El número reducido de estos, la cultura española o intenciones más allá de la propia información pueden ser algunos de los motivos.
Suicidios, accidentes de tráfico y homicidios
El número de muertes en accidentes de tráfico ha disminuido muchísimo, desde los 8218 en 1989 hasta los aproximadamente 1000 en 2015, debido a las buenas campanas realizadas y a las medidas implementadas.
Sin embargo, las cifras de suicidios no hacen mas que aumentar y no se toma ninguna medida. Las campanas de tráfico tienen presupuestos enormes pero las de suicidio, exiguos.
En cuanto al número de homicidios, resulta una información aún mas opaca por la discrepancia entre los cerca de 1000 de los que hablan algunos expertos y los 350-400 que presenta el INE. Así mismo sólo un número reducido de estos recibe una atención mediática importante.
Quizá los suicidios y los homicidios, son los casos más complicados por la profundidad que implican. Desde un punto de vista y solo desde un punto de vista el suicidio es un desprecio de la víctima hacia los demás, hacia la sociedad, a la que elimina.
Quizá por ello, implica tantos factores, que es muy difícil de manejar, añadido al tabú heredado y a la incultura de la sociedad, ignorándolo como respuesta, por el bienestar común. El caso de los homicidios quizá es menos complejo, pero sigue mecanismos similares en la dinámica de la respuesta.
Algunas preguntas
¿Ha mejorado en algo el silencio respecto a los suicidios en el número de estos? ¿No sería mejor cambiar la estrategia y empezar a tomar medidas como se hizo con los accidentes de tráfico?
¿Tiene sentido la exagerada cobertura mediática de los casos de violencia de género si el número de estos ha permanecido constante los últimos 15 años? ¿Provoca discriminación positiva?
¿Es mejor para una sociedad conocer toda la información de los homicidios para mejorar la situación y tomar medidas o conviene ocultarla por el bienestar general?