Tras la renovación de los sistemas informáticos en Alcafrán, un pequeño pueblo en la comarca del Campo de Montiel (La Mancha), muchos vecinos se han quejado de la aplicación de la nueva firma electrónica, para autenticar sus documentos.
Resulta que la alcaldía de Alcafrán entregó un pendrive con la firma y las instrucciones, a cada uno de sus ciudadanos, con la intención de agilizar así los tramites burocráticos, pero la medida no ha tenido el efecto deseado.

Estado final del pendrive de Valerio. Fuente: Ayuntamiento de Alcafrán.
Problemas en Alcafrán
Valerio Gómez, pastor de la localidad, por ejemplo, necesitaba firmar un documento para comprar un acre de una tierras colindantes y cogió el pendrive para utilizar su firma. El problema vino cuando empezó a destrozarlo y terminar por tirarlo a la lumbre de la chimenea…
Fuera de sí, acudió gritando a la alcaldía: «Que mierda esta me que dáis!, retorcíole he el espinazo y ahí no haiba ni firma, ni ná! Al último martillazo ha me parecío, al candel, ver algo que me se la parecía, pero ná de ná!!»
Si ya la revolución tecnológica ha traído problemas a los jóvenes, no nos queremos ni imaginar lo que puede ocurrir con este gran sector de nuestra población que son los pensionistas. Sin duda, una prueba más de que esto sólo trae complicaciones, tenemos que destruir entre todos la nueva era digital…