Sucedió una noche. Elías Bartomeu, informático catalán en paro de 34 años, residente de La Pera, un pueblo de Gerona, se despertó angustiado hace unas noches sin saber el motivo, pero cuando abrió los ojos, vislumbró algo volando a gran velocidad por la habitación, una especie de ovni fantasmagórico que emitía sonidos estridentes.

Edmund Baudler hizo un juramento en la última frase que aparece en su testamento y que en los días posteriores a su muerte, el 21 de Septiembre de 2008, nadie entendió: Volveré por ti desde mi tumba.