Pesimismo digital Esperamos decepcionarles
Edmund, un cartero gay de Nueva Orleans se emparejó con Raymond Surette, un stripper al que conoció en un pequeño pub de San Francisco, en 1981. Desde entonces, y hasta su muerte, vivieron juntos en la casa que compraron en San Francisco.
Los 80 fue una buena época, pero con el paso del tiempo y por la profesión de Raymond, su relación se fue enfriando a mediados de los 90, al tiempo que la salud de Baudler iba empeorando. Raymond comenzó entonces a verse con otras personas.
Baudler era consciente de esta traición, y los últimos años de su vida se sintió solo y desatendido, contrayendo un severo sarcoma de Kaposi y muriendo finalmente de neumonía y soledad en el Hospital de las Ánimas de San José. Su cuerpo está enterrado en el Cementerio Nacional de San Francisco.
En su inquietante testamento, ante el asombro de los lectores, escribió que en la lápida de su tumba, esculpieran también el nombre de Raymond con su fecha de nacimiento y en la parte superior la leyenda –To be Continued…-, continuará… como amenazando o acercando el final de su ex compañero.
Tumba de Edmund Baudler, donde se aprecia el nombre de su amado y la leyenda -To be continued…–. Fuente: Cementerio Nacional San Francisco.
Después de la muerte
Tras la muerte de Edmund, Raymond rehízo su vida con uno de sus amantes, pero la noche del 31 de Octubre de 2009 recibió un SMS en el que se le preguntaba: «¿Quieres morir ya?» El titular del teléfono era Edmund Baudler.
En 2010, el mismo día de Halloween, recibió un email con remitente -Your love- donde decía: «To be continued…»
Raymond se dio cuenta de que esto no era una broma y empezaba a comprender… Los fantasmas se habían modernizado, se habían digitalizado. Era realmente su ex pareja.
Los dos años siguientes no ocurrió nada, por lo que el ex stripper se sintió aliviado de que todo hubiera acabado finalmente, pero en 2013 un Whatsapp anónimo le decía «Creo que ya es tu momento, amor…»
En 2014, una llamada desconocida a su iPhone le advertía de que le quedaba poco que respirar y que, en la siguiente ocasión, se le aparecería de nuevo la noche del 31 de Octubre, para decidir.
A lo largo de todos estos años, las semanas anteriores al día de las brujas, Raymond nunca ha podido dormir. Comprendía que en cualquier momento podría llegar su final.
Cuando llegó el Halloween de 2015, desde la cama de su habitación, ante su terror, pudo apreciar una presencia. Para que no lo tomaran por loco, como todo este tiempo, superó su miedo y grabó con su móvil un vídeo con lo sucedido…
Nadie sabe lo que sucederá este 2016. To be continued…
