Un reciente informe de la prestigiosa agencia Reproduction People Research (RPR) en colaboración con la Universidad de Frisburgo, ha dado a conocer sus últimas investigaciones sobre la evolución vegetativa de la población española. En concreto prevé para finales del 2025 una tasa de decrecimiento en torno al 0,15% respecto a los últimos datos conocidos de 2016.
Esta información se ha dado a conocer justo al comienzo de la tradicional Semana Santa, una festividad religiosa muy arraigada entre los españoles. La crisis económica, el desempleo, la inestabilidad temporal, y el precio de la vivienda entre otros, figuran a la cabeza como los factores determinantes de esta negativa previsión.
No hay, sin embargo, quienes culpan de esta falta de nacimientos al elevado número de “Vírgenes” que vemos estos días en las calles. Otros refutan esta teoría haciendo observar que hace siglos una mujer, María, aun siendo vírgen, engendró un niño de nombre Jesús.
Reacciones en las altas esferas
Sensibles a esta polémica, fuentes de toda solvencia confirman que el Ministerio de Bienestar y Conciliación Familiar está preparando un paquete de medidas incentivadoras para el fomento de la natalidad “none fecundi”. El decreto-ley, que presumiblemente el Consejo de Ministros aprobará el último viernes de abril asigna los cupos para el próximo trienio y regula las condiciones para acceder a estos beneficios: ser española o acreditar la residencia en España mas de cinco años, tener una edad comprendía entre 18 y 40 años y superar un test psicológico.
Las candidatas que reúnan los requisitos obtendrán el título de Nuevas Vírgenes y gozarán de las mismas funciones reproductoras que María. Desde Economía también ven con buenos ojos estas medidas. El ahorro en atención médica, soporte hospitalario, horas de trabajo perdidas, en definitiva un menor gasto público, parecen argumentos suficientes para emprender esta iniciativa de manera urgente.
La polémica ha traspasado el ámbito español y el Estado Vaticano ha tomado cartas en el asunto. El Papa, a través de su prefecto de la Congregación de la Doctrina de la Fe (antigua Santa Inquisición), ha convocado de urgencia a su nuncio en Madrid. En el entorno mas cercano al Papa se critica la actitud del gobierno español. Consideran inaceptable esta intromisión en el nombramiento de Nuevas Vírgenes que queda reservada a la Santa Sede como contempla expresamente el vigente Concordato.
Por el momento, no ha trascendido si la actitud vaticana obedece sólo a una llamada de atención o como se presume, un cambio profundo de las relaciones entre ambos estados soberanos.
Les seguiremos “Los Pasos”…