La NASA construirá un planeta por medio de una avanzada impresora 3D y un sistema de ingeniería que va más allá de todo lo logrado hasta ahora por el ser humano.
Las investigaciones de las últimas décadas coinciden en que el planeta Tierra tiene una vida limitada debido a los recursos finitos, la creciente contaminación y alteración ambiental por el hombre o posibles catástrofes cósmicas aleatorias, aunque están de acuerdo también en que esto no se producirá a corto ni medio plazo.
De este modo, la NASA ha querido adelantarse al futuro para estar preparados cuando llegue ese momento y lleva dos décadas asentando la base de este proyecto preventivo, bautizado ya como New Earth.
La idea consiste en utilizar parte de la corteza terrestre, mezclada con material sintético de autorreplicación para crear un nuevo planeta, modelado a partir de un supercomputador controlado desde la Tierra y construido en el espacio mediante una compleja impresora 3D constituida por miles de robots.
Para llevar el material al espacio, se utilizarán una especie de tubos de gran diámetro con un extremo en el Centro Espacial Kennedy, en Cabo Cañaveral, Florida y el otro en la Estación Espacial Internacional, ISS, en el espacio.
Detalles adicionales del proyecto New Earth.
El material y las dimensiones del tubo y como van a impulsar la materia necesaria hasta el espacio es información clasificada, pero se sabe que utilizarán compuestos que podrán atravesar sin problemas la atmósfera y mantenerse sin degradación con el tiempo. La estabilidad, por su parte, se conseguiría gracias a robustos puntos de anclaje en los extremos y drones de larga autonomía situados cada 500 metros.
En cuanto a la propulsión para desplazar el material, al parecer se conseguirá creando campos de gravedad cero en el interior del tubo y unas enormes bombas de succión acopladas a la ISS.
Se sabe que inicialmente se construirá un pequeño satélite de unos 200 metros de longitud, acoplado a la ISS. A partir de ahí y de manera ininterrumpida los robots irán añadiendo capas hasta lograr una superficie de 1 km cuadrado, momento en el que desacoplarán la estructura de la ISS, desplazándose a una órbita semigeoestacionaria de 40000 km.
El proyecto tendrá una duración de 85 años y esperan que tenga una dimensión de la cuarta parte de la Tierra, suficiente para emular sus condiciones, según su alta densidad y la atmósfera que ha desarollado el equipo del proyecto.
Se estima que cuando se alcance un tamaño de una décima parte de nuestro planeta, para evitar perturbaciones gravitatorias, se moverá el planeta a su órbita definitiva alrededor del Sol, próxima a la de la Tierra
De momento esta es la información de que disponemos ya que continúa siendo un proyecto muy opaco y con enormes medidas de seguridad. Les mantendremos informados de cualquier novedad al respecto. Cambio.