”Los reinos se volverán celosos y temerosos y la trampa se volverá contra ellos cuando el preciado gusano negro deje un poco de morar. Pocos quedarán en el sol final”

Es, sin duda, la bombilla más veterana (y famosa) del mundo. La bombilla inmortal. Lleva luciendo desde 1901. Pero la tecnología actual no es así...

Tras más de 80 años hablando de si el gato más famoso de la ciencia estaba vivo o muerto, un forense del FBI asegura ahora que el gato de Schrödinger se suicidó.

No hay conspiraciones. El VIH no conspiró cuando el SIV se transmitió del mono al hombre a mediados del pasado siglo y tampoco lo hacen las farmaceúticas.

Lleve dos porque hasta aquí llega la gente diciendo que algo muy grave va a pasar, y se están preparando y comprando smartphones y gadgets.

Cuando fuimos los mejores, las camareras nos mostraban la mejor de sus sonrisas en copas llenas de arrogancia... Se decía que era el verano de 2005 y cuatro jóvenes aspirantes a crápula, Pardegundo, el más pardo, Charlie Town, sutil, Mayo, el mas loquillo y Alcallamán, el superhéroe de las alcallatas, que era como Pardegundo llamaba a las chicas menos atractivas, atracaban en Benidorm.

Hace falta mucho valor y generosidad para jugar a la ruleta rusa con un deca-cargador y nueve balas, y regalar el hueco a los demás. Mozart diría que hay que asomarse al abismo y volver, pues permanecer demasiado tiempo mirando, nos dejaría ciegos. Kafka asentiría y añadiría que la vida, no se puede dar demasiadas veces, pues podemos perderla.

Muchos españoles, no millenials, recordarán la carta de ajuste, esa pantalla estática con un círculo y muchos rectángulos dentro y fuera, todo lleno de colores, que aparecía en nuestro televisor. Llegaba, cual ladrón en la noche, para cerrar la programación, pero nadie sabe realmente por qué.

Se ha producido una aclamación popular, por parte de la población de muchos países en vías de desarrollo, ante los envíos masivos de los dispositivos, en particular en África, donde las reacciones han sido muy positivas y de enorme agradecimiento a occidente.

Ante mis dudas sobre la posible relación entre el Hikikomori y la constante y creciente introducción de las tecnologías en la vida actual, decidí preguntar por el asunto al mayor experto pesimista TI de España, Koke Mandrágora, y esto es lo que me contestó (Disculpad su tono, pues le pillé jugando a la maquinita)